PEDRO ABELARDO: ¿UN FILÓSOFO ECUMÉNICO?[1]
Haciendo una
síntesis general de la lectura asignada, se pueden extraer algunas ideas muy
importantes que nos ayudan a entender
claramente estas propuestas hechas por el Autor Pedro Abelardo, revolucionario
y gran precursor significativo de la filosofía moderna. Para llevar un orden
detallado, se extrajo tres ideas importantes donde se desfragmentará con
coherencia y claridad el texto. Las ideas se centran particularmente a una «crítica contra las éticas de materialidad de
acción;» seguidamente la otra idea hace mención de que «solo existen individuos, no los universales;»
y se finaliza con la tercera idea que habla sobre «la
ética que le da sentido al sujeto.» Con todo lo mencionado anteriormente
este Autor le dió prioridad a la razón (sin abandonar la fe), pudo tener una
visión clara y concisa distinta del
compromiso y el valor individual, y lo demuestra en sus escritos.
Llevando acabo
la reflexión según el orden de las ideas
mencionadas anteriormente se tratará de dar un posible argumento apoyado con el
autor sobre «crítica contra las éticas de materialidad de acción;» Es decir establecían
una especie de códigos, las penas que hacían parte de una acción pecaminosa,
contra las morales preceptivas, «haz esto
y evita aquello.» Este filósofo propone que el acto moral sólo depende de
la intención, no de la acción; que es la actitud, no el acto, lo que concierne
el carácter ético a una acción; esto
para decir que solo la conciencia del hombre asume el rol de su actuar, ya sea
su actuar bueno o malo, está en su libertad y autonomía.
Por otra
parte Pedro Abelardo infiere que «solo
existen individuos, no los universales;» en este aspecto fundamenta la
acción moral, no esencias universales plasmadas dogmáticamente en legislaciones
universales o reveladas si no desde una ética desde la autonomía del sujeto. Siguiendo el
hilo conductor se puede analizar que la
tercera idea desmitifica que la ética es la construcción del individuo desde su capacidad de ser y de hacerse a sí mismo; es decir «la ética que le da sentido al sujeto.» todo
esto se construye en una visión colectiva
desde el punto de vista en la interacción con los otros y el acercamiento a Dios según su creencia
o ideología, ya que el ser humano tiene la libertad de escoger su propio camino
según su pensamiento y criterio.
Para finalizar
infiero que Abelardo es un claro distintivo de perseverancia y templanza, ya
que todos sus aportes todavía están vigentes, él propone que es la intención
lo que más vale, ya que el acto debe ser juzgado o cuestionado por la intención
y la voluntad donde la libertad lo conlleva a la acción que persigue quien lo
ejecuta, la capacidad de discernir sobre esta intención es la prudencia, cuando se tiene
en cuenta esta virtud, es suficiente para decir que el comportamiento humano es
ético o moral. Podemos hacernos esta pregunta para cuestionar nuestra intención
y acción: ¿Qué tipo de criterios que correspondan al valor ético deben orientar
los actos del ser humano?
[1] SOTO POSADA, Gonzalo.Filosofía medieval.
Ed.Universidad Pedagógica Nacional y San Pablo. 2007. Pp. 369-383.
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